Un fuerte sonido de aleteos llamó la atención de Hemisferia. Tiró el agua que quedaba entre sus manos y miró hacia el cielo pues una fuerte bandada de golondrinas pasaba por encima de ella. La unión de estas aves dibujaban un encaje de hermosas alas y su movimiento acompasado formaba una brisa que movía el cabello de la joven. Hemisferia pensó en las golondrinas e inmediatamente vino a su mente la imagen de un libro. Ese recuerdo la hizo emitir un grito seco de dolor. Ella no entendía nada pero aguantando ese ardor en su pecho se preguntó ¿Un libro? ¿Por qué un libro?¿De quién era ese libro? ¿Qué tenía que ver las golondrinas y un libro? Ese libro le resultaba familiar.
Esforzándose en recordar, tras unos instantes, fueron llegando imágenes: un desván, poca luz, alguien fumando en un balcón, un patio, un naranjo, una estantería con libros de texto antiguos, una enciclopedia de aves… -¡Ahí está! ¡La enciclopedia! se dijo a sí misma. Recordó un párrafo que había leído de esa enciclopedia: “Las golondrinas son anunciadoras de la primavera, representan la esperanza y la buena suerte. Su migración anual y su costumbre de anidar siempre en los mismos lugares la asocian tanto con las partidas como con los retornos, y por extensión con la muerte y la resurección.
Hemisferia, miró al cielo. ¿Retornar o partir? Siguió la dirección de las golondrinas.
Relato y Collage de E. SH
E.SINACHE 