Carta: Baila y destruye la ignorancia

¿Sabes Vida? Siempre me ha parecido peculiar el dicho de “que me quiten lo bailao” cuando nos enfrentamos a una situación conflictiva en la que tenemos que tomar decisiones rápidas o autodestructivas. Es realmente frustrante el uso que le damos a la destrucción. Destruímos muchas cosas importantes y tendríamos que empezar por destruir la ignorancia con nuestra danza de la vida. Así lo hacía Shivá y dio una gran lección al demonio del olvido. Me gustaría hacer mención especial a una de las esculturas cuya simbología, iconografía y origen me fascina: Shivá como Natarash

¿QUIÉN ES SHIVÁ?

Shivá es el dios destructor que junto Brahma (dios creador) y Visnú (dios preservador) forman la Trinidad hinduísta.

Se dice que la danza de Shivá era un baile de destrucción. Cuenta la leyenda, que algunos enemigos deseaban destruir a Shivá y enviaron al diablo del olvido (un enano, considerado por los hinduistas como seres demoníacos)
Para combatirlo, Shivá inició su danza cósmica, subyugando al demonio y liberando al mundo. Shivá salta sobre el enano y le aplasta la espalda con un pie.

Shiva

La figura de Natarash lo muestra con cuatro brazos, dentro de un círculo de llamas y bailando sobre un enano (símbolo de la ignorancia humana). La figura del Natarash muestra a Shivá como la fuente del movimiento dentro del cosmos, representado este por el círculo de llamas.
La danza de Shivá está compuesta por la combinación siempre fluyente de sus cinco actividades:
El poder de la creación está representado por la mano derecha en alto y el tambor, sobre el cual toca y produce las vibraciones de las que emanan los ritmos y ciclos de la creación.
El poder de mantener está representado por la mano derecha de abajo en un gesto de bendecir o indicación de no temer.
El poder de destrucción se muestra a través del fuego que sostiene en su mano izquierda elevada en una pose de media luna.
El poder de ocultar es aquel que esconde la verdad, permitiendo así el crecimiento y eventual cumplimiento del destino, representado por el pie derecho parado sobre el demonio postrado.
El poder de revelar brinda conocimiento y libera el espíritu. Este está representado por el pie izquierdo levantado y la mano izquierda hacia abajo como una trompa de elefante.
Los tres ojos simbolizan el sol, la luna y el fuego o los tres poderes; crear, preservar y destruir. Dos ojos representan el mundo de dualidad mientras que el ojo del medio muestra la visión de no-dualidad. Su sonrisa indica una transcendencia imperturbable.

En definitiva, dejemos fluir nuestra danza cósmica para crear, destruir y preservar SIEMPRE CON MODERACIÓN. SI BEBES, NO CONDUZCAS 😉

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